jueves, 11 de septiembre de 2008

Continúo recuperando

Sigo con dudas sobre si debí iniciar un blog, aunque no me doy una respuesta rápida. Mientras sigo robando por ahí los comentarios a mi novela, dado que autóctonos del blog solo se han vertido dos en tres meses.
Me siento legitimada para traerme aquí esas palabras, aunque sigo sin dominar el dispositivo y temo que esto continúe dada mi astucia y escasa dedicación. De modo que copio los textos y uso la herramienta de enlaces y ya. A lo bruto. Espero no causar ningún perjuicio y si no, por favor avisen.


Recupero hoy un comentario nuevo, del lector ileso ¿cómo no? y otro de un blog nuevo
solodelibros que francamente me ha venido muy bien. En breve copiaré una reseña del ABCD de los libros -al que solo pude acceder fotocopiándolo en una hemeroteca-. Así iremos cumpliendo con el propósito de este blog, poco a poco.

De solodelibros ésta es la crítica:

Eva Fernández ha escrito una novela que recupera algunas de las características clásicas de la novela de ideas, ofreciendo una mirada personal sobre nuestra sociedad. Hay un punto a favor incontestable en este libro, y es el hecho de que su autora no sólo se posicione claramente en lo que se refiere a su pensamiento político (y la proyección que de ello resulta a la hora de afrontar la realidad), sino que lo exprese sin tapujos y trate de apuntalarlo con su dialéctica.El lado negativo de “Inmediatamente después” es que es un mal libro. Es una mala novela desde el punto de vista estrictamente literario, ya que su estructura es floja y algunos de sus personajes son meras marionetas que la autora utiliza para exponer sus ideas; la redacción es, por decirlo suavemente, caótica, y no existe lo que podríamos denominar “chispa” narrativa. Hay una clara falta de adecuación entre las tesis que se pretenden poner sobre la mesa y la trama de la novela, interesante por sí sola, pero no cuando debe funcionar como base para unas ideas concretas.La elección del personaje de Miguel, que planta cara a una enfermedad terminal, es muy acertada: en esa creación vuelca la autora algunos de sus puntos de vista sobre la dignidad ante la adversidad y la importancia de la independencia. Los demás personajes, de hecho, actúan como meras comparsas en torno a esa cuestión. Claudia, por ejemplo, es poco más que una caricatura de la activista orgullosa e indomable; Diego pasa por ser el arquetipo del burgués conformista y adocenado; e Irma, el cuarto vértice de esta historia, queda tan desdibujada que apenas se le puede atribuir función alguna.No obstante, y aunque pueda parecer que es un libro imperfecto, estoy convencido de que hay que leer “Inmediatamente después”. ¿Por qué? En primer lugar, porque la trama ante la que nos coloca Eva Fernández es de una humanidad aplastante: aunque en ocasiones roce el sentimentalismo, ha conseguido plasmar de forma humana y noble el siempre espinoso tema de la muerte. Sin concesiones ni ambages, la situación ante la que nos sitúa es complicada y nos lleva a pensar en puntos que superan la mera elección de nuestra forma de morir.En segundo lugar, porque hay muy, muy pocos libros que planteen conflictos emocionales ligados a una interpretación política o social de nuestro mundo. No me parece atinada la elección de la forma estilística que ha escogido la autora (cada capítulo termina con una especie de epílogo, a la manera de una reflexión, que expone ciertas ideas, creencias o doctrinas), ni creo que encaje en el devenir de la trama de la novela, pero sí me parece pertinente su inclusión. Creo que es importante que los autores —si no como tales, al menos a través de sus narradores— se posicionen en cuanto al modelo social que padecemos actualmente y que propongan nuevas miradas o soluciones; al menos, que lo presenten sin tapujos, atendiendo a la verdad incontestable que nos rodea, y se dejen de profundizaciones manidas en el fondo del corazón humano, de soledades multitudinarias y de personajes cuyos rasgos sociales más definidos son los coches que usan y los destinos de sus viajes.Eva Fernández se ha arriesgado a crear una novela que trata de poner sobre la mesa cuestiones primordiales, que se soslayan en la literatura por esa extraña querencia contemporánea por la huida, por la cerrazón y la negación de la realidad. Aunque sus fallos estructurales y formales sean muchos, en una obra como ésta eso es lo menos importante: la autora ha querido enfrentarnos a los temas que están ahí, que siempre tenemos frente a los ojos y que, de alguna manera, no queremos ver. Sólo por esa intención, y por plasmarlo con honradez, creo que todos deberíamos leer “Inmediatamente después”.

Del Lector Ileso éstas otras tres:

9 ruben en Ago 13th, 2008 dijo:
Lo leí rápido porque no pude hacerlo de otra manera. Me lo tuve que llevar, ¡¡¡me faltaban 30 hojas para acabar y me iba que ir a hacer una ruta en bici, lo llevé en las alforjas (que estaban pensadas al milímetro para arrastrar menos peso).
Yo también pensé en los amigos de peter.
La historia me mantuvo en tensión, quería saber cómo se resolvía la relación claudia-diego.El personaje de Ros ¿no está excesivamente tenso al fnal? Me recordó al marido y padre de la novela El padre de Blancanieves. ¿Sería tan reaccionara la respuesta de esas personas que comulgan con lo que impera?
Las reflexiones en cursiva muy interesantes la mayoría, muy densas unas pocas, por lo menos para mí, y alguna un poco desajustada (discurso político-ritmo de la historia). Ya miraré los párrafos exactos, pero en algún momento la reflexión se mete hasta el tuétano en algunos temas que sin explicar más no parecen muy relacionados con la trama.
Me ha aportado mucho todos esos hilos discursivos posibles del amor y como se viven…los obstáculos reales que existen y los fuertes condicionantes sociales.
La historia de miguel muy dura, pero muy serena. Es difícil hablar de la muerte, y me ha gustado la actitudes descritas.
El libro es muy ambicioso y creo que consigue tocar muchos temas, sin ser una simple enumeración.
Y bueno, una última sensación. En el libro de disecciona a Miguel, a Claudia, a Diego, a Ros, y a Mario, incluso al exnovio de Miguel pero siento que falta algo, ¿qué pasa con la otra amiga del grupo?¿quién es?¿dónde colocarla?¿y chema, su novio?¿por qué no pasan por la mesa de disección?
Muy interesante, eva.

r.
10 Santi en Ago 28th, 2008 dijo:
Hola, no he tenido la oportunidad de decírtelo E. pero me gustó mucho tu libro, que ahora ya es un poco de todos. No voy a ponerme en plan super crítico literario porque no tengo suficientes argumentos (pero sabes que me encantaría, jeje) y además resultaría pretencioso. Lo leí hace tiempo y recuerdo que me cabreé con Javier por no dar ese paso hacia Claudia ( y supongo que conmigo mismo por verme reconocido en algunas de sus actitudes) y me emocioné en ese pequeño recorrido de dignificación de la muerte que hace Miguel.También me quedé con la sensación de que Claudia, o el cuestionamiento permanente, tiene cara de derrota, pero de la buena, de la que te deja tranquilo (”Somos soldados derrotados de una causa invencible. P. Casaldáliga). Es parte de lo que me dejó tu libro, y te lo agradezco, muchas gracias compañera. Santi

11 AIDEE TAPIA en Sep 1st, 2008 dijo:
segun..los cmentarios y los pocos parrafos que he leido, es una lectura obligada en su totalidad, desafortunamente en Mexico no puedo encontrar ellibro, ya sera en su tiempo…si es que lo hay…felicidades.
AIDEE


Por cierto que aún no me he decidido a pedir a mis amistades hacer públicas algunas cosas que han dicho de la novela. Imagino que lo haré. Ya veremos. Poco a poco. Entre tanto, gracias por tantas lecturas y por todo lo que me estaís devolviendo.


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